CASTIGO EN EL BAÑO
Personalmente, soy de las que les encanta tener a su niña tumbada en sus rodillas mientras le administra el castigo que se merece por las tonterias hechas en la semana.
Pero cuando el sabado coincide con las visitas de mis amigas la cosa cambia. Atendiendo a las peticiones de Marta y Elena, mande a Michelle al baño para que se aseara y se depilara debidamente.
Luego le pasamos revista para ver si quedaba algo de vello en su cuerpo, y cuando encontramos unos pelitos debajo de sus axilas, tuvimos que disciplinarlo debidamente.
Yo no se lo que les pasa a los machos, deben de ser sordos, o simplemente no entienden las ordenes.
Claro que a lo mejor es que a ellos tambien les gusta ser castigados y disciplinados, y no te digo si encima son el espectaculo de varias de nosotras.
Su diminuta cosita sale disparada, como si sirviera para algo.